También hay quien no se contenta con un simple retrato del familiar fallecido y encarga un busto o incluso una estátua tamaño natural del difunto para mostrarle su respeto de la manera más ostentórea posible(que diría Jesús Gil). Éste es el caso de esta curiosa tumba que se encuentra en el cementerio barcelonés de Montjuich.

La figura femenina aparece vestida con traje blanco de lunares y parece sonreir mientras apoya la mano derecha en la cadera. La figura masculina mantiene una actitud más solemne, cruzando sobre el vientre el brazo izquierdo del que cuelga un bastón, muestra de su autoridad. Ambos han sido representados con todas sus joyas ceremoniales: anillos, pulseras y un medallón de grandes dimensiones, signo sin duda de autoridad (o de haber ganado alguna competición por parejas).
La obra es anónima, probablemente porque es tan espantosa que nadie tuvo cojones de reconocer su autoría. De hecho las estatuas son tan cutres que a los familiares no les quedó más remedio que acabar colocando la dichosa foto de los difuntos para poder reconocerles, porque sino más de uno se habría pasado de largo y hubiese acabado rezandole vete a saber a quien.
En cuanto al escultor... el escultor al final acabó cobrando. Y no fue precisamente en metálico.
Agradecimientos: Gracias por la foto Albert. Te debo unas cuantas horas de risas.
_