20 Jul 2010

Orientación

Volvía yo tranquilamente hacia mi casa, cuando de repente, una furgoneta se abalanzó sobre la acera y frenó bruscamente justo a mi lado. Sin darme tiempo a recuperarme del susto el conductor, un payopony visiblemente borracho, bajó el cristal de la puerta del copiloto y se me preguntó: "Perdona, ¿para ir a la Ronda de Dal?"

En una situación normal mi primera reacción hubiera sido responderle: "¿La Ronda de Dalt, hijodeputa? ¿Aprende primero a conducir y luego pregunta!" Pero en lugar de eso , y supongo que todavía afectado por el shock, comencé a indicarle la mejor manera de llegar a la Ronda.

A media explicación el tipo me corta y me dice que no quiere ir a la Ronda de Dalt, que en realidad va a casa de un amigo que vive en Hospitalet junto a la entrada de la Ronda. "Ehm... Perdona pero la entrada más cercana a la Ronda de Dalt está en Cornellà. ¿Tu colega vive en Cornellà?".

El tipo se empezó a enredar en explicaciones cada vez más complejas hasta que al final me soltó que su colega vivía en "la calle de las chicas". "¿La calle de las chicas?" "Sí, una calle que hay muuuchas chicas" me dijo con una mirada que pretendía ser cómplice. Dudé un segundo hasta que caí en la cuenta de que chicas era la manera sútil que el payopony tenía de referirse a las putas. Encima de borracho, putero.

Ahora sí que, ya recuperado del susto inicial, reaccioné, y muy amablemente, con una mirada que pretendía ser tan cómplice como la suya, le envié a una calle cercana al Camp Nou donde le aseguré que encontraría un montón de chicas simpáticas dispuestas a satisfacer todas sus necesidades. Y para allá que se fue el borracho putero.

Me gustaría pensar que mis indicaciones le sirvieron para que aquella noche alguna de esas chicas le dejase el culo como un bostezo y de paso, le retirase de la circulación una buena temporada. Así seguro que la próxima vez sabrá orientarse, aunque sea sexualmente.

Todos los personajes y los hechos aquí descritos son reales. Cualquier parecido con la ficción sería puro plagio. Y no está el horno como para pleitear con la $GAE.
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