¡Cómo han cambiado los tiempos! Hace tan solo 30 años en este país los trabajadores luchaban por conseguir los derechos laborales que 40 años de franquismo les habían negado. Actualmente la tendencia se ha invertido y son los herederos de aquel franquismo, los que pretenden borrar de un plumazo esos derechos que tanto costó conseguir. Quizás sea por eso por lo que esta gentuza ha elegido una cadena como logo de la organización detrás de la que se amparan para no tener que dar la cara públicamente.Que un empresario de mentalidad pre-democrática quiera convertir a sus trabajadores en esclavos es algo totalmente consecuente. ¿Si algunos empresarios se enriquecieron a base de mano de obra esclava(prisioneros de guerra) por qué no podemos nosotros amasar una fortuna de la misma manera?, pensarán. ¿Que hoy en día no hay prisioneros de guerra? Pues usemos otro tipo de prisioneros. No nos saldrán gratis, pero como mínimo nos saldran baratos.
Hasta aquí todo normal. Los liberales-neoconservadores(=franquistas) permanecen fieles a su máxima: "los beneficios para el empresario y las ayudas del gobierno también". Lo que no parece tan normal es que en medio de este panorama de recorte de libertades muchísimos trabajadores estén tan agilipollados como para votar a los políticos que defienden los intereses de estos modernos esclavistas. Es como si las gallinas contratasen al zorro para que vigilase del corral y además le pagasen un sueldo astronómico. De locos.
No me extraña que a alguien como Esperanza Aguierre este planteamiento de "lucha de clases" le pueda parecer algo propio de un "sindicalista piquetero trasnochado". Normal, ella forma parte de la "nobleza" de este país, que desgraciadamente no importó en su momento la guillotina. Pero es mucho más digno ser un "sindicalista piquetero trasnochado" que reivindica sus derechos, que ser una franquista disfrazada de demócrata que ha entrado en la política simplemente para forrarse.
¡Qué lástima que solo se perdiese el helicóptero, coño!
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